Tercer curso finiquitado. Comenzó pareciendo algo imposible, duro,
inalcanzable…y ahora lo considero como el reto mejor superado hasta entonces.
Han sido momentos difíciles, despiadados, incómodos…que se denotan más cuando
más decaída te encuentras y con menos fuerzas tienes dentro de ti. Pero te
paras a pensar conscientemente y te das cuenta que estás en aquello que siempre
has deseado, lo que tu vocación te ha susurrado siempre al oído.
Impulso, energía, resistencia, esfuerzo y sobre todo, mucha
confianza en uno mismo. Sin confianza, no se llega a ningún lado. Momentos de
angustia que hoy en día los convierto en satisfacción y felicidad.
Pero lo que más me importa en esos duros momentos, es el apoyo de
la gente que me rodea, que sin duda, no la cambio por nada ni por nadie.
Miradas, sonrisas, confidencias, “motes de biblioteca” y sobre todo, un poco de
descaro, que sin eso, no somos nosotros mismos. Sin vosotros sinceramente, no
sé si tendría el dominio para seguir con esto.
Despedidas por un lado que se convierten en encuentros por otro.
Lágrimas de extraño por lágrimas de disfrutar de lo que viene.
Para el que dijo “El tercer año es el más difícil sin duda” no le
quito lar razón, pero gracias a todos, se me ha hecho mucho más ameno. Hasta
siempre 3º y a vosotros que me habéis acompañado en este curso y que lo haréis
en los siguientes, a recargar energía para reencontrarnos con más entusiasmo
dentro de unos meses.
No hay comentarios:
Publicar un comentario