31 dic 2012

20 años.


Cuenta atrás acabada. Comenzamos con una nueva década, la década de los veinte.
Dejo atrás el numero uno que ayer me dejó sola en el camino, pero no me preocupo, porque estoy segura de que el número dos no se quedará corto.

Mis 19 años han sido especiales, no puedo tener queja la verdad. Como a todo el mundo, me han pasado cosas que nunca se olvidarán y que se quedarán en el recuerdo, eso sí, no volveré a repetirlas jamás. Aún recuerdo aquel 19 cumpleaños como si fuera ayer, y es verdad, qué rápido ha pasado este año. Lo que me llena de satisfacción es que la gente que me rodea no ha cambiado, y si lo ha hecho, ha sido para mejor. Amistades, miradas, gestos, palabras y susurros de diversas vidas totalmente opuestas que se cruzan en el camino, pero que coinciden en un mismo instante. Felicidad y agradecimiento, esas son las palabras que tengo hacia vosotros.

Aunque lo esté pintando todo muy bonito, no podía ser menos, esos 19 años han traído momentos incómodos, ácidos, complicados y algo tristes. Pero lo importante es que ya han pasado y me enorgullece saber que he podido afrontarlos de la mejor manera posible y alrededor de mi gente, apoyándome en todo momento (aunque de vez en cuando me encabezone en que estoy sola). Seguramente sigan habiendo más momentos amargos, pero espero llevarlos aún mejor.

Sorpresas y no sorpresas. Aunque celebres tu cumpleaños un día antes o quizás dos, lo tienes presente como si fuera ese mismo. Intentas aprovechar cada instante al máximo, sacarle la máxima partida y sin duda, con la mejor compañía que se pueda tener, y esa la tengo yo. Regalos que sorprenden y otros que no tanto (siempre sabes que algo va a caer seguro), pero a pesar de eso, las palabras de agradecimiento se quedan cortas.

Muchas veces me pongo a pensar que sería de mi vida sin esas personas, y la respuesta se queda en el intento. Posiblemente conocería a otras nuevas, pero no me importaría quedarme sola si las personas que conociera no son iguales a las que tengo ahora, es decir, sería imposible sustituirlos. Cada uno tiene algo que no se puede cambiar, un detalle, una palabra o simplemente con una mirada te entiendes y eso es lo que a cada uno los hace especial.  Supongo que el que lo lea se dará por aludido, asique no hace falta mencionar a nadie.

Hace muchos años conocí a una persona, he llegado a perder la cuenta de cuánto hace, pero me gustaría tenerla siempre hasta que algo o alguien me quite la vida, y espero que mi ilusión siga conmigo, y ella también. Simplemente me comprende, que no es poco.

La gente que me rodea sabe como soy, tendré defectos (y muchos) pero creo que en el fondo, me tienen cariño, igual que yo a ellos. A toda esa gente quiero agradecerle que me acompañen en el día a día, que sepan tratarme y que de vez en cuando me ajusten las cuarenta, que me lo merezco. Quiero saber que un trocito de vuestro corazón me pertenece, al igual que a vosotros os pertenece un trocito del mío.

Y la distancia a veces pesa demasiado. Nadie llegará a entenderlo si no lo ha vivido en sus propias carnes, pero la verdad es que en parte os lo recomiendo y en parte no. Aparecen en ti  sensaciones nuevas que nunca antes habías experimentado, que te hacen más mayor, más madura y más sensible. Momentos en los que necesitas tener cerca a gente y no la tienes, es un poco desagradable, aunque es cierto que cuando los ves, los pillas con más ganas, pero el mal trago no te lo ha quitado nadie.

Bueno, para ir acabando esto, os lo digo de nuevo, GRACIAS.
Ojalá esta nueva década abra nuevos caminos en mi vida, quizás con nuevas personas y con las ya presentes, con nuevos momentos buenos, malos y no tan malos, que me hagan mejor persona y si dios quiere, habré llegado a esa meta por la que siempre he soñado.
13 y 17, qué bien suenan: mis números de la suerte. Y tú 20, quiero que sea el siguiente.

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